Zacone

Recuerdo la sensacion de mis labios sobre tu piel
y cuando los liquidos corporeos
oprimian al hombre de sotana que de mi emanaba
y liberaban a la bestia.
Anelo la sonrisa petrea que como regalo me dabas
cuando por instantes el cielo tocabas.
Pero ahora que la fatalidad llego a mi,
la realidad se desmorona como un monton de arena...
despues de ti el libro se cerro,
la loca pluma se opone a escupir sobre papel,
el rocio matinal humedece mi alma
y la estupides me corroe.
El unico consuelo sobre lo terrenal
es la delirante idea a la muerte
aunque paradojicamente
el amor a la vida persiste en forma de mujer.

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